Alguien voló sobre el nido del cuco...

Cuando te das cuenta de que todo el mundo alrededor de tí, está más loco que tú, te paras a pensar en que verdaderamente no eres tan raro como habías pensado. Aún así, vivimos en un mundo de locos, lo queramos o no. La experiencia nos muestra que a lo largo del día, nos trasladamos de un psiquiátrico a otro, no sé al menos viajar durante 12h en diferentes medios de transporte me deja esa sensación. Tren, metro, coche, metro, avión, bus, tren, bus... Tranquilidad, sobresalto por un hombre que tiene problemas, y su único medio para resolverlos es pedir algo de dinero en el metro, medio de escape ante la multitud de inconvenientes que le había puesto la vida, locura por esa gran ciudad, calles, vistas, no sé, tal vez recuerdos, añoro, más si ves ese artículo en el periódico, y te paras a pensar en todo lo que has vivido en tiempos pasados, aún así piensas, y te dices a ti mismo que no fue tan malo. También pasa por tu mente, como de costumbre todo aquello que hiciste y lo que no, tal vez un carpe diem a medias pero bueno, no es oro todo lo que reluce, y claro está el tiempo nos da la razón, y pone a cada uno en su sitio.

Pero como en esta vida uno tiene cosas más importantes en las que pensar, mira por los que realmente merecen la pena y ya está, y por todos aquellos que uno va conociendo a lo largo de ese pasillo, gran pasillo de esta vida del psiquiátrico. Durante esos 7 días de paréntesis en su vida fuera de casa, ha visto como están todos, y no sé, aunque él es un alma libre, un pájaro al que le gusta viajar, a veces, echa de menos todo aquello que dejo un día, esos momentos que recuerda con añoro, y aún así ver a todos, ver como están y saber que todo va bien, le emociona.

Y es que ya se sabe... cada loco con su tema. No obstante a pesar de todo, uno que intenta no ser egoísta, piensa también en el resto, a pesar de lo lejos que pueda estar, planifica un poco su futuro en función de como aprovechar el tiempo con todos aquellos a los que echa de menos, pero no obstante, tras la tarde de ayer, uno ya no sabe como planificar los días venideros, ni que destino poner para buscar aviones... El caso es que llegan días de llamadas, emails, y un poco de orden en esta vida insana, que nunca viene mal.

Y con este tiempo de mierda que nos acompaña por estas tierras de Umbría lo único que puedo decir para terminar es...

Ojos cansados de mirar tras los cristales (Pereza)

C'è chi aspetta la pioggia per non piangere da solo (Fabrizio de André)

Hay quien espera la lluvia para no llorar solo.

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Gonzo